27 marzo 2008

Aprehensiones

No tengo forma de aprehenderme. Ni siquiera de alcanzarme. Y no es que rehúya el empeño o me abandone el esfuerzo. Que lo hace. Me puede la imposibilidad del encuentro. Cuando llego casi siempre estoy en otra parte y ya no atiendo. Nada. No encuentro el interés. Y aunque a veces me abandone al sustento de una conversación reiterada, por aquello de darle placebo a la lengua, la saciedad pronto me vence. Harta de mí y harta de estarlo. Tanto cartón y ni siquiera estamos en Fallas.