13 diciembre 2007

Sinsentido

Me habla, sí, pero con el entusiasmo fingido de quien se siente forzado al intercambio de afectos. Me escribe, sí, pero con la generosidad precisa y medida de quien presta palabras sin voz. Me mira, sí, pero con ojos apresurados y ausentes. Me escucha, sí, pero sin advertir el latido apagado e incierto de mi corazón. Vacía, me tiende su mano y puede que hasta una sonrisa. Me aferro a la nada para no perderlo todo.